A pesar de BrasilPlayas.com ser referencia en información sobre viajes en ómnibus a Brasil nunca habíamos viajado por la empresa JBL, en parte porque su actuación en el mercado de viajes hacia Brasil es relativamente reciente. JBL compró hace unos 5 años las rutas internacionales de la antigua Pluma, que al parecer continua existiendo en Brasil pero está en proceso de disolución.
Teníamos malas referencias sobre la empresa la verdad, incluso habíamos leido historias bastante preocupantes en Trip Advisor (pueden ver el hilo aquí). Sin embargo, y teniendo en cuenta que los testimonios eran de cuando la empresa recién había adquirido las rutas de Pluma, imaginábamos que esos trastornos eran consecuencia de la inexperiencia de la empresa en viajes internacionales y que a esta altura ya deberían haber mejorado.
Decidimos entonces probarlos en la práctica con un viaje largo y exigente: San Pablo a Buenos Aires, viaje que generalmente se hace en micro en 36 a 38 horas.
A continuación la crónica de un viaje que superó ampliamente nuestras peores expectativas.
Llegamos a la terminal de Tieté en San Pablo con tiempo de sobra. Teníamos que cambiar nuestro pasaje comprado online por el que nos permitiría embarcar. Pronto descubrimos que JBL sólo cuenta con una silla dentro de una boletería compartida con otra empresa en la terminal, cuando nos acercamos el tipo que nos atiende nos dice que él era de otra empresa y que volvamos en 15 minutos porque el empleado de JBL había ido al baño. Ok, un solo empleado en boletería compartida en la terminal más importante de Brasil, ya es una señal bastante clara sobre lo que se puede esperar en cuanto a la infraestructura general de esta empresa, pero bueno, no nos importó demasiado ese detalle y volvimos a los 15 minutos como nos dijeron, el empleado de JBL estaba ahí y muy amablemente nos entregó el pasaje para viajar luego de que le diéramos el DNI, también nos informó que el check-in era a las 20:30 por plataforma 59. Todo muy cordial, muy conformes hasta el momento con esta gente de JBL, sin embargo, los primeros problemas llegarían más temprano que tarde.
Llegamos al check-in que es en la entrada de la plataforma, ya hay una fila de gente en el portón que recibe el equipaje para despachar en bodega, recibiéndolo esta el mismo empleado de la boletería, hay otra empleada que recibe equipaje de mano y uno más que no sabemos que función cumple. De entrada nos llama la atención como a cada pasajero que es parte de un grupo el empleado de equipaje de bodega les dice que sumen juntos el peso de su equipaje y les recalca que eso él lo está haciendo para ayudarlos... Mucha gente en viajes largos de micro lleva exceso de equipaje debido a que las franquicias suelen ser bastante más permisivas que en los aviones y en muchos casos las empresas no cuentan con balanzas en las plataformas para poder controlar el exceso. No es el caso de la terminal de San Pablo: Tieté cuenta con balanzas en cada plataforma, lo que les da a las empresas la posibilidad de cobrar por excesos a la franquicia de equipaje y abrir así todo un abanico de ganancias extra: para la empresa o para los empleados de turno, realmente no sabemos.
La regulación brasileña sobre equipaje en transporte terrestre es clara, el artículo 70 del Decreto 2521/98 establece que cada pasajero puede llevar hasta 30 kilos de equipaje en bodega y que excediendo esa franquicia la empresa puede cobrar hasta 0.5% del precio del pasaje por cada kilogramo excedido. Sin embargo, la mayoría de los pasajeros no sabe la legislación (nosotros tampoco la sabíamos al momento de concretar el viaje) o sea que en la práctica, en caso de que haya disponible balanzas, se está a merced de lo que la empresa (o los empleados) quieran cobrar.
Como dicho previamente, cuando el empleado de JBL avisa que está juntando el equipaje de cada integrante del grupo para poder sumar las franquicias y ayudarlos hay una intención clara de suavizar lo que viene, que seguramente será aterrador. El pasajero, que se siente con culpa por excederse en el equipaje, ya está preparado para lo peor, y aún así, jamás imagina ni remotamente el nivel del abuso: cuando terminan de pesarle el equipaje a cada grupo el valor resultante es violento y exorbitante; como es lógico, las discusiones se multiplican: un hombre argentino que viaja solo hasta Buenos Aires nos cuenta que le dijeron que tenia 13 kilos de exceso, y que el precio por cada kilo era 20 Reales! Por lo que debería pagar 260 Reales extra. Vale aclarar que el precio total del pasaje para transportar a un ser humano completo es de 520 R$, en resumen: un absurdo total. Luego el hombre nos dice que acabó negociando y pagó 10 Reales por cada kilo excedido, es decir 130 Reales en total.
El valor maximo por kilo excedido según Decreto 2521/98, dato que incluso está disponible en los términos y condiciones que ellos mismos linkean desde su website, es de 0.5% del valor del pasaje, es decir: en este caso deberían haberle cobrado un máximo de 2.6 Reales por cada kilo excedido (0,5% de 520 que era el valor del pasaje). Pretendieron cobrarle inicialmente casi 8 veces ese valor y luego le regatearon hasta cobrarle casi 4 veces el valor máximo reglamentado. Ya el hecho de que ese precio pueda ser regateado habla de la mala fé con que (los empleados o la empresa, no sabemos) operan. Porque no descartamos que estos abusos sean algo especifico de JBL en San Pablo o de sus empleados, estamos ansiosos por escuchar el descargo de la empresa en ese sentido y los comentarios de nuestros lectores sobre sus experiencias en esta y otras terminales.
Las discusiones continúan. Como es lógico se atrasa la hora de salida del ómnibus, que originalmente era 21hs, y ni siquiera llegamos a los conflictos con el control de equipaje de mano aún, que abrirían un nuevo capitulo a esta infamia:
Una chica de unos 20 años que viaja con la madre llega con una guitarra, funda simple, claramente un instrumento barato; al entregar sus valijas al empleado que recibe para equipaje de bodega, éste les dice que la guitarra no puede ir como equipaje en la franquicia gratuita y que deberán pagar aparte si quieren llevarla. La chica comienza a angustiarse y la madre reclama, el tipo se lava las manos y las deriva hacia la empleada de equipaje de mano. La empleada de JBL, vestida de rojo con logo de la empresa les dice con cara de piedra que deben pagar 500 reales si quieren llevar el instrumento, las dos se desesperan, la chica comienza a llorar de impotencia, discuten y la empleada les dice que va hablar con su superior para ver que puede hacer, se comunica con este misterioso superior a través de su celular vía whatsapp y al rato les comunica que la autorizan a bajarle el precio a 300 R$, las mujeres le dicen que es absurdo y que nunca habían pagado por llevar una simple guitarra, increíblemente la empleada de rojo, inflexible, les ofrece como solución que deje la guitarra allí y la retire a la vuelta. Finalmente les dice que si quiere llevarla el precio se lo puede bajar hasta 250 R$.
Todo es demora, regateo y discusión, desde atrás en la fila un hombre también con una guitarra colgada mira preocupado la escena de la chica y su madre discutiendo con la empleada: próximo problema en puerta, y ya mas de 20 minutos de atraso...
Al llegar a la puerta el hombre de la guitarra pasa aprovechando la distracción de la empleada en múltiples discusiones y pretende entrar al ómnibus con su instrumento, la empleada lo ve de reojo y lo llama a los gritos, el chofer no lo deja entrar y comienza una nueva discusión, la mujer le dice que para llevar la guitarra debe pagar 500 reales, el tipo se indigna y se niega rotundamente a pagar, alega que acaba de llegar desde Bahía en otro ómnibus y que viajó con exactamente el mismo equipaje sin que nadie le cobrara extra, la empleada de JBL increíblemente retruca que eso es porque era un viaje dentro de Brasil y que este es internacional... El hombre se altera más y le dice que le muestre la legislación, la empleada se hace la desentendida y vuelve hacia otro frente de batalla abierto con otro pasajero argentino que pretende llevar un parlante como equipaje de mano.
La madre de la chica de la guitarra al ver que el guitarrista argentino no piensa pagar de ninguna manera, encara indignada a la empleada por atrás y le advierte que si lo deja pasar a él tiene que liberar la guitarra de su hija también. El instrumento prohibido de la chica reposa apoyado contra el vidrio de la plataforma en un limbo al costado de toda discusión; a esta altura la chica, que continua llorando, ya llamó resignada a un amigo para que venga a buscarle la guitarra y se la guarde hasta la vuelta.
El tipo de la guitarra se mantiene en el lugar indignado, la empleada digita en su celular y al rato le dice que consiguió vía whatsapp con su superior que el precio se lo bajen a 250 R$ (mismo último precio que le ofrecieron a la chica), el guitarrista insiste que no va a pagar, que nunca en mil viajes pagó en un ómnibus para llevar su guitarra y que al momento de la compra del pasaje no había nada que advirtiera que un cobro de un valor tan exorbitante podría suceder por llevar un instrumento que no pesa ni 2 kilos, alguien que está presenciando la discusión acota, para mayor indignación del músico, que en avión cobraban 150 reales y aparecía claro al momento de la compra del pasaje.
El resto de los pasajeros se impacienta, ya va casi 1 hora de atraso, la empleada amenaza que si no paga va a liberar la salida del micro, la situación es cada vez más tensa, en un momento el tipo trata de crear empatía con la inflexible funcionaria: le muestra la billetera y le dice que no tiene más dinero, que hace un día que está viajando, que viene desde Bahía y está cansado, que se quedó sin efectivo, en fin trata infructuosamente de que la mujer se coloque en su lugar o de que experimente algún sentimiento similar a la culpa y lo deje pasar; al no recibir respuesta amenaza furioso con procesar a la empresa y a todos los empleados empezando por ella. Nada. La empleada nerviosa frente al retraso comienza a presionarlo dando ordenes a los choferes de que comiencen el proceso de liberación del ómnibus y la partida.
El resto de los pasajeros miramos atónitos la escena. El hombre de la guitarra se consume en la impotencia y frente a la posibilidad concreta de que lo dejen varado en San Pablo finalmente se quiebra, le muestra una tarjeta de crédito y le dice que sólo puede pagar con eso. La empleada duda, consulta con el otro empleado, curiosamente todos los extras de equipaje son cobrados en efectivo y no hay maquina de tarjeta disponible en el lugar, muy sospechoso todo la verdad... Escuchamos que la empleada le pregunta a su compañero: ¿Cómo lo pasamos esto? ¿Como otro pasaje? El otro le responde con algo que decodificamos como "sí, puede ser, que se yo, o hace lo que puedas pero liberá el micro ya..."
Todos quieren liberar el ómnibus lo antes posible porque la situación es insostenible, la empleada de rojo entonces lleva al tipo de la guitarra y a una mujer que está en situación similar y precisa pagar un abultado exceso de equipaje también con tarjeta hacia la boletería, desaparecen por 10 o 15 minutos, nos quedamos en suspenso, al volver vemos que increíblemente la empleada de rojo agarra la guitarra de la chica y se la entrega a la madre para que pueda llevarla, el guitarrista entra al ómnibus con su guitarra colgada y gesto de alivio; cuando le consultamos que pasó nos dice que la máquina de tarjeta que tiene la empresa en la boletería no funcionó ni con él ni con la mujer que debía pagar exceso, y frente a esa situación la empleada de rojo llamó a su misterioso superior el cual ordenó liberar las guitarras, liberar el cobro de la otra mujer retenida y darle salida urgente al micro, que a esta altura ya está atrasado más de 1 hora.
Todo el mundo sube al micro, la empleada de rojo, no contenta con la derrota, sube al micro y obliga tanto al hombre de la guitarra como a la chica a que lleven su instrumento entre las piernas, porque, acota en voz alta, el micro ahora está por la mitad, pero se va a llenar todo! Finalmente, el micro es liberado y arrancamos.
No pasan ni 2 minutos que el micro arranca y tanto el guitarrista como la chica colocan sus instrumentos en los portaequipajes superiores en los cuales caben perfectamente sin molestar a nadie. El micro no está mal, 2 pisos con sector coche-cama abajo y asientos comunes en el piso superior, hay agua en vasos de plástico sellados en compartimentos del fondo y al lado de la escalera, el agua está natural, pero bueno somos tolerantes y no vamos a reclamar por eso. Los cargadores usb de los asientos muchos no funcionan pero bueno es bastante normal dentro de todo. Las TVs no parecen funcionar, pero bueno ya veremos más adelante. El micro esta a mitad de capacidad así que dentro de todo estamos tranquilos, y repetimos, no nos gusta quejarnos por detalles.
Al poco tiempo de salir de San Pablo y ya en plena ruta comienza a llover copiosamente, un brasileño que iba durmiendo en uno de los asientos de atrás se cambia de asiento de repente y se nos pone enfrente, nos llama la atención el cambio, el tipo intenta dormir un poco y frente a nuestra mirada inquisidora comenta que se despertó mojado, lo miramos con perplejidad, sí "fiquei molhado", nos repite, parece que está entrando agua al ómnibus por algún lado. Nos desesperamos porque llevamos nuestra mochila con cosas importantes en el piso, sin embargo al chequear vemos que está perfectamente seca, llegamos a la conclusión de que hay una filtración pero es sólo del lado derecho del micro, posiblemente la lluvia se está filtrando por alguna ventana de ese lado, al rato descubrimos que la mayoría de los que están sentados de ese lado reclaman de que sus asientos, sus pertenencias o ellos mismos están mojados, el lado izquierdo del micro no tiene ningún problema lo que lleva a investigar más el asunto, resulta que no hay una filtración de lluvia por las ventanas sino que el líquido del aire acondicionado cae sobre la cuerda que sostiene las cortinas y gotea sobre buena parte de los asientos de ese lado. Unos cuantos pasajeros quedan con ropa, mochilas y asientos mojados.
Llegamos a la terminal de Curitiba y suben algunos pasajeros más, es madrugada y ha parado de llover, comenzamos a hacer cuentas y suponemos que en máximo 12 horas estaremos en Foz do Iguaçú para pasar la frontera, imaginamos que allí entrará más gente pero no entendemos cómo es posible que el micro se vaya a llenar tal como amenazó la infame empleada de rojo en San Pablo. Nos dormimos felices en nuestra ingenuidad y pensamos egoístamente que como a nosotros no nos cobraron exceso de equipaje ni nos mojamos, el viaje no habrá sido tan malo después de todo: Karma fuerte está por venir...
Al despertarnos, con la claridad del alba, comenzamos a ver morros sospechosamente conocidos, ese tipo de morros que en el sur de Brasil proliferan sobre el litoral y que le dan al paisaje su característico atractivo. No hay morros así en ruta hacia Foz do Iguaçú, lo sabemos bien, y nos corre un frío por la espalda, al rato comenzamos a ver rascacielos a lo lejos y ahí caemos en la realidad: estamos llegando a Camboriú! Por lo visto el micro irá recorriendo y subiendo gente por todas las playas del sur de Brasil, por Porto Alegre, por pueblos intermedios, por innúmeras e ignotas terminales del interior profundo de este país hasta que, finalmente entrará (algún día) a Argentina a través del puente internacional Uruguaiana / Paso de los Libres. Ahí sí, cumpliéndose la profecía de ómnibus lleno que la empleada de JBL vociferó cuando salimos de San Pablo.
Somos optimistas por naturaleza y nos decimos que es una buena oportunidad para fotografiar y publicar este trayecto playero del estado de Santa Catarina que es bellísimo, no tanto ahora que está completamente nublado y oscuro, pero en fin.
No hay mayores incidencias en este tramo, los choferes manejan bien y conocen bien la ruta, son simpáticos, tudo bem, tudo legal, si no fuera porque el micro para en cada maldito lugar que tiene una terminal estaríamos contentos con el viaje. Para en Camboriú lógico, para en la terminal de Florianópolis lógico, sube más gente lógico, para en Garopaba lógico, para en Imbituba claro, para en Tubarão también, para cerca de Laguna, para en Sombrio 1 hora para almorzar, y así hasta que comenzamos a ver que va a llegar a Porto Alegre bien al final de la tarde, y en cuanto al horario de llegada a la frontera con Argentina los cálculos empiezan a recalcularse constantemente, pero todos coinciden que será bien entrada la madrugada del viernes, salimos de San Pablo el miércoles a la noche, es bueno recordar.
Llegamos a Porto Alegre y ahí sí sube un montón de gente más, el ómnibus se llena a tope y sumando las horas de atraso ya el viaje comienza a ser molesto. Salimos de la terminal y poco viaje después, en las afueras de la ciudad, la empresa entra en un taller de apoyo con el logo de la empresa, conocemos muchos puntos de apoyo de otras empresas de ómnibus, este es particularmente primitivo, hay varios micros estacionados con distintos grados de antigüedad, hay una mujer para limpieza y un empleado que imaginamos que hace de todo un poco, la mujer sube y limpia superficialmente el ómnibus, al cabo de unos 20 minutos proseguimos viaje. Ya empieza a oscurecer.
Pasan varias horas. Ahora el micro transita en unánime noche una zona inhóspita del estado de Rio Grande do Sul cuando de repente el conductor se dirige bruscamente a la banquina, no se ha oido ruido extraño ni desequilibrio que haga suponer que ha habido un pinchazo en alguno de los neumáticos, sin embargo el micro estaciona en la banquina y luego de varios minutos continua parado allí, los pasajeros comienzan a apiñarse en las ventanas y de a poco comienzan a descender; pronto aparecen los rumores de que algo se rompió y que no podremos seguir viaje. Estamos en el medio absoluto de la nada, oscuridad prácticamente total, es una ruta con bastante histórico de inseguridad además, es para preocuparse en serio.
Bajamos también del micro y resulta que reventó una manguera y están tratando de arreglarla provisoriamente al menos para llegar hasta una estación de servicio, se solicita a los pasajeros si alguien tiene un cuchillo o una navaja, una mujer baja al rato con algo parecido a una navaja suiza, sin embargo los choferes ayudados por gente del pasaje ya están cortando una vieja cámara de neumático para con eso emparchar la manguera temporalmente y así salir de la intemperie.
Lo consiguen al cabo de unos 30 minutos, los rumores van desde que se podrá cambiar esa manguera en la estación de servicio próxima (poco realista teniendo en cuenta la hora y lo inhóspito del lugar) hasta la temible hipótesis de que habrá que esperar un nuevo micro para poder continuar viaje, estamos a unos 220 km de Porto Alegre, donde la empresa tiene el único punto de apoyo conocido, el panorama es muy sombrío.
Con el desperfecto arreglado provisoriamente llegamos hasta una estación de servicio, mucha gente baja, nosotros también bajamos y le preguntamos a uno de los choferes cuál es la situación, nos responde que ya han llamado al punto de apoyo y que les están enviando un ómnibus nuevo y que éste llegará en unas 3 o 4 horas, frente a nuestra mirada de terror agrega para aliviarnos que cree que será antes pero por las dudas dice de más. Le agradecemos.
Resignación, hay una especie de kioskito en la estación de servicio en donde se venden bebidas y algunos snacks, somos optimistas (volvemos a tener que repetir esto para que quede claro) sabemos que por lo menos de hambre y de sed no vamos a morir.
Buena parte del pasaje comienza a socializar porque no le queda otra, incluso varios beben cerveza que no está muy cara en el kioskito, el guitarrista argentino y la chica que lloraba por su guitarra confiscada en SP parece que se han hecho amigos y están sentados tocando al costado de la estación. Ella toca música clásica, él toca algunas de Caetano Veloso pero nadie les presta demasiada atención. Un buen grupo se concentra en las cercanías del kiosko, y otra gente tratá de dormir como puede dentro del micro averiado. Una gente que está cerca nuestro comenta que viaja frecuentemente con esta empresa y que casi siempre se les rompe algo a los micros, que casi siempre hay atrasos.
Pasan horas y horas. Finalmente el micro de rescate llega y mientras todos aplauden eufóricos y aliviados emergen 2 hipótesis de futuros posibles, unos dicen que tendremos que pasarnos todos (y pasar el equipaje de bodega lógico) al nuevo micro para seguir viaje, otros increíblemente sostienen la delirante teoría de que le sacaran al micro nuevo la pieza averiada y la reemplazarán para que podamos seguir viaje en el mismo ómnibus. No sabemos si reír o preocuparnos con esa idea ridícula, empezamos a juntar nuestras cosas y a pararnos para bajar cuando de repente alguien dice que no, que vamos a seguir en el mismo micro y que ya están reparando el problema. Perplejos y preocupados por el futuro de la humanidad volvemos a sentarnos, al rato sube un chofer y ordena bajar a todo el mundo; lógicamente triunfa el sentido común, vamos a seguir viaje en el nuevo ómnibus. Todos bajamos y ayudamos a pasar el equipaje. Una vez concluida la transferencia de todo al "nuevo" ómnibus arrancamos.
Es de noche aún y el chofer comienza a acelerar demasiado, peligrosamente, suponemos que con la intención de recuperar el tiempo perdido, sabemos que a menos que este nuevo micro pueda superar la velocidad de la luz y el tiempo comience a andar en reversa no hay manera alguna de recuperar las horas de atraso acumuladas; hay un nuevo problema además, un problema derivado del prolongado parate y que se suma a la cadena de eventos: antes íbamos a cruzar la frontera de madrugada con lo cual la demora sería mínima, ahora cruzaremos en plena mañana, en hora pico cercana al mediodía, nos tenemos que preparar para una espera atroz en las aduanas.
Dormimos y con la primera claridad el paisaje ya se parece más al de las pampas, uno de los choferes empieza a pedirle a todo el mundo documentos, pasaportes y demás burocracias. Es para agilizar el trámite en aduanas nos dice. Con la claridad podemos ver mejor nuestro nuevo hábitat, nos llama la atención que los monitores de TV están todos rayados en el nuevo micro, como deliberadamente rayados, como vandalizados la verdad, y bromeamos sobre que seguramente han sido pasajeros indignados que pasaron previamente por el mismo martirio que nosotros estamos pasando en este viaje, o quizás por algo incluso peor, acota una chica que está sentada cerca. Nos reímos un poco y luego nos quedamos serios y pensativos.
La chica es periodista y viaja a Buenos Aires para cubrir un evento Gamer para una revista de Porto Alegre, tiene que volver el lunes con pasaje de esta misma empresa, ahora que ya todos somos como familia le decimos que estamos preocupados por ella; se ríe, luego se pone seria y piensa un rato, mira los monitores vandalizados y dice que mejor cambiará el pasaje y volverá con otra empresa o en avión. Nos alegramos por ella.
Llegamos a la terminal de Uruguaiana antes de las 9 de la mañana, baja bastante gente y el micro se vuelve más confortable. A pocos kilómetros de aquí, en linea recta, se extienden las amplias llanuras de los campos argentinos. No será fácil llegar allí, como previsto e imaginado, las aduanas en hora pico son una constelación de camiones, autos y micros amontonados, y hay más demora y horas acumuladas al atraso ya existente, entre las 2 aduanas se pierden otras 3 horas y recién conseguimos entrar en las ansiadas rutas argentinas al mediodía.
El día está soleado y los campos son verdes saliendo de Paso de los Libres, cruzamos lo que queda de Corrientes y entramos en Entre Ríos para cruzarla entera de norte a sur. Atardece en la ruta. Paramos por última vez en Gualeguaychú para comer algo, luego puente Zárate - Brazo Largo, luego Panamericana y luego la noche del conurbano norte bonaerense que se despliega a nuestra frente. Por fin 10 horas seguidas sin incidencias a destacar en el bendito JBL.
Llegamos a la terminal de Retiro cerca de las 10 de la noche del viernes, casi 9 horas de atraso respecto a la hora prometida al comprar nuestro pasaje, casi 49 horas en total desde San Pablo.
Estamos cansados, pero llenos de historias para contar.
Esta crónica es sólo una experiencia puntual, quizás desafortunada, y no dudamos de que haya gente que ha tenido suerte y viajó sin problemas con esta empresa, sobre todo en temporada alta, que seguramente tendrán bastante más cuidado con el mantenimiento de los micros y con la atención al cliente.
Sin embargo, hay cosas que merecen ser resaltadas de esta empresa: nos da la sensación que JBL tiene un modelo de negocios similar a lo que son las aerolíneas low-cost en el negocio del transporte aéreo: precios bastante más bajos que la competencia, reducir costos lo más posible y tratar de llenar el ómnibus como sea, paradas en cada terminal de cada pueblo aunque sea para subir 1 pasajero y rutas incluyendo múltiples destinos atractivos, en el caso de la ruta San Pablo - Buenos Aires, esto implica ir via Camboriú, Florianópolis, Porto alegre y Uruguaiana en lugar de la ruta más corta como sería ir via Foz do Iguaçu, la ruta tampoco aparece al momento de comprar el pasaje online, porque como veremos más adelante la compra se hace vía sites externos que sólo colocan horario de llegada.
Lo que más nos preocupa es la sensación de falta de mantenimiento en los micros, repetimos, quizás eso se corrige en temporada alta, pero bueno lo que vimos en la práctica y lo que escuchamos de los pasajeros frecuentes llama la atención negativamente.
También nos preocuparon mucho los abusos respecto al control de equipaje, puede ser que suceda sólo en San Pablo, en ese sentido sería muy útil para todos que nos cuenten cuál ha sido su experiencia en esta u otras terminales, comentándolo aquí,
También sería interesante que la empresa entre en contacto para hacer su descargo, sobre todo en relación a su política de exceso de equipaje / equipaje de mano y expliquen la razón de los sobreprecios en esta area.
La recomendación a nuestros lectores es que sean muy precavidos y analicen muy bien la relación costo / beneficio / riesgo que quieren asumir al viajar por esta empresa, los precios de pasajes de JBL en general son más baratos que los de la competencia, si no pasa nada y el ómnibus llega relativamente a horario habrán economizado y saldrán felices de la experiencia, por el contrario, si la suerte no los acompaña y tienen un viaje como el que tuvimos nosotros, lo barato habrá salido muy caro.
Presten mucha atención a los horarios de llegada y compárenlos con los de la competencia, porque eso les dará una idea de la cantidad de paradas que habrá y de la ruta que hará el micro, en este caso aunque hubiera llegado a horario habrían sido 40 horas de viaje desde San Pablo a Buenos Aires, y esta ruta se puede hacer en 36 o 37 horas vía Foz de Iguaçú con una empresa que pare menos.
Presten mucha atención también al equipaje que van a llevar, si piensan viajar con más de 30 kilogramos por persona del grupo, asegurense de cuál es el precio que les cobrarán en caso de exceso antes de comprar el pasaje, mejor comprar presencial en este caso.
Lo mismo si piensan llevar como equipaje de mano cualquier cosa que salga de lo normal como podrían ser instrumentos musicales, tablas de surf, objetos de tamaños irregulares, y todo lo que no entre en una mochila normal.
Su página web solo existe en portugués, lo que de por sí ya es raro si tenemos en cuenta que la empresa lleva el nombre de "JBL internacional" y opera con 2 países hispanohablantes como son Argentina y Chile.
La empresa no cuenta con puntos de venta online propios en su página web, por lo tanto depende de sites externos para vender sus pasajes vía internet, desde Brasil utiliza clickbus, y para Argentina plataforma 10.
Comentarios, descargos, otros problemas que hayan tenido con está u otra empresa y todo lo relacionado con esta crónica, pueden contarnos aquí
Más Crónicas Brasileñas en BrasilPlayas.com:
Dólar: 5.612 - 10/13/2024 - 16:23
Euro: 6.144 - 10/13/2024 - 16:23
Cotización Oficial: 182.22 * 10/13/2024
Real Tarjeta (Impuesto PAIS): 282.88 * 10/13/2024
* Cotizaciones Aproximadas Peso Argentino X Real
Día: 10/13/2024 - 16:23
Peso Chileno: 165.769 - 10/13/2024 - 16:23
Peso Uruguayo: 7.442 - 10/13/2024 - 16:23
Guaraní Paraguayo: 1389,0 - 10/13/2024 - 16:23
© 2009 / 2024 - BrasilPlayas.com
Diseño y desarrollo: ArraialWebDesign
Los artículos publicados en esta web son propiedad intelectual de sus respectivos autores, que se reservan todos los derechos sobre los mismos
Las imágenes contenidas en este sitio están sujetas a la respectiva licencia y acreditación que las acompaña
Este website usa Cookies. Saber más sobre nuestra política de Cookies
comentarios
y la comida? les dieron de comer algo o cada uno tuvo que comprar para su comida?
Hola Daniel, no nada, paradores y en general caros, las horas que estuvo parado en el medio de la nada habia una especie de kiosko...
¡Tu comentario!